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miércoles, 26 de diciembre de 2012

"para qué he vivido" ~ bertrand russell ~


"Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación."

Bertrand Russell


domingo, 16 de diciembre de 2012

"atrapada"

 
Atrapada; paseo descalza sobre las aristas desnudas de una ciudad desierta.

Atrapada; excavo la tierra con sueños, araño las piedras con sangre.

Atrapada; busco la llave de mi ataúd para enterrar el tiempo.

Atrapada; desafío a la gran dama que merodea envidiosa.

Atrapada; siembro árboles que susurran el sonido de la felicidad.

Atrapada; nudillos descarnados golpean este frágil cascarón.

Atrapada; me enfrento a los ardientes peldaños de mis días.

Atrapada; busco en el cajón tu mirada, allí las arañas tejen recuerdos.

Atrapada; alimento a los demonios con sangre inocente.

Atrapada; mendiga de palabras no pronunciadas.

Atrapada; vísceras habitadas por mariposas ciegas.

Atrapada; amores estériles y presentes cercenados.

Atrapada; estandarte de un ejército sin soldados.

Atrapada; estertor de viento, encubridor de placeres silenciosos.

Atrapada; alarido de mar que acaricia un rostro cubierto de barro.
 
 
  

viernes, 14 de diciembre de 2012

"léolo"


"No intento recordar las cosas que ocurren en los libros, lo único que le pido a un libro es que me inspire energía y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar..." 

"Porque sueño no lo estoy. Porque sueño, sueño. Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día. Porque no amo. Porque me asusta amar. Ya no sueño. Ya no sueño. A ti la dama, la audaz melancolía, que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio. Tú que atormentas mis noches cuando no sé qué camino de mi vida tomar... te he pagado cien veces mi deuda. De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de la mentira, que tú misma, me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud, no era como el viejo interludio y sí, una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad".