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domingo, 30 de diciembre de 2012

"84, Charing Cross Road" ~ helen hanff ~


“Vivimos en una época depravada, destructora y degenerada, en la que una librería -¡una LIBRERÍA! – no tiene el más mínimo reparo en destrozar hermosos libros antiguos para emplear sus páginas como papel de embalaje […] Han roto ustedes el libro en mitad de una gran batalla… y ni siquiera consigo averiguar de qué guerra se trataba.”

Las cartas son deliciosas; al menos para un amante de los libros y la lectura. Junto con Helene se entusiasmará el lector ante al goce físico que también nos ofrecen esos libros de antaño, se indignará ante una burda traducción de la Vulgata latina a la lengua vernácula (“Lo pagarán con el infierno..., miren que les digo”, afirma la judía Hanff) y exultará de placer ante el descubrimiento de un nuevo autor que nos interpela desde el pasado. Es posible que no esté al alcance de todo el mundo, pero no deja de ser emocionante asistir, día a día, al itinerario literario de una persona con inquietudes reales, más allá de la moda de cada momento. Así iremos, de la mano de Helene, visitando a Newman y su Universidad ideal, Pepys y sus Diarios, Belloc, Tristram Shandy, Tocqueville o Kenneth Grahame. Todos grandes.

Además, las cartas nos irán introduciendo, a través de las referencias más prosaicas, especialmente aquellas que se refieren a los alimentos que la norteamericana envía a sus corresponsales londinenses, en los avatares de la vida cotidiana de la posguerra: desde los racionamientos de alimentos en Gran Bretaña (y así oiremos hablar de los huevos en polvo, de dudoso gusto y execrable consistencia) hasta los primeros automóviles utilitarios, pasando por el intercambio de recetas del auténtico pudding de Yorkshire. Y siempre con un trasfondo literario que nos deja comentarios que son perlas, como el que se refiere a la necesidad de releer los libros de valía, o el que transcribimos a continuación, para nada academicista: “personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre”.