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martes, 11 de diciembre de 2012

"el paseo" ~ robert walser ~

“Sin amor, el ser humano está perdido”

Robert Walser

"A veces ando errante en la niebla y en mil vacilaciones y confusiones, y a menudo me siento miserablemente abandonado. Pero pienso que es bello luchar. Un hombre no se siente orgulloso de las alegrías y del placer. En el fondo lo único que da orgullo y alegría al espíritu son los esfuerzos superados con bravura y los sufrimientos soportados con paciencia. Pero no gusta derrochar palabras a este respecto. ¿Qué hombre honrado ha mantenido por completo intactos a lo largo de los años sus esperanzas, planes, sueños? ¿Dónde está el alma cuyos anhelos, osados deseos, dulces y elevadas concepciones de la felicidad se cumplieron, sin tener que hacer descuentos en ellas?"


viernes, 7 de diciembre de 2012

~ gregorio samsa ~ "la metamorfosis", franz kafka


"No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas.
Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas.
Esto significa que vives."

Franz Kafka
Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño
intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso
insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, en forma de caparazón
y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, de color
pardo, dividido por partes duras abombadas, sobre cuya protuberancia
apenas podía mantenerse la manta con la cual se cubría, a punto ya de
caer al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación
con el resto de su cuerpo, se movían sin concierto ante la
incredulidad de su mirada.
«¿Qué me ha ocurrido?», pensó.
No era un sueño. Su habitación permanecía tranquila, entre las cuatro
paredes harto conocidas. Por encima de la mesa, sobre la que se
encontraba extendido un muestrario de paños desempaquetados -Samsa era
viajante de comercio-, estaba colgado aquel cuadro que hacía poco
había recortado de una revista y había colocado en un marco dorado.
Representaba a una dama ataviada con un sombrero y una boa de piel,
que estaba allí, sentada muy erguida y levantando hacia el observador
un pesado manguito de piel, en el cual había desaparecido su antebrazo.  



"tiempo"

#tiempo
foto: © Cártobas NicOh

Abro puertas en mi carne quemando la piel contra las paredes impasibles de una ciudad cualquiera.
Mana la sangre, y en ella se diluye parte de una tirana desolación que se resiste a abandonarme.
Duele, duele la ausencia de una piel que se ha quedado atrapada entre las grietas de una silenciosa pared.
Grita la carne, lanza alaridos de vergüenza al saberse desnuda y expuesta al mundo.
Acude presto el tiempo, se posa discreto y silencioso; despliega su manto y ahí se queda, lento, lejano; siempre infalible.
Tiempo, ah, el tiempo: hierático y mayestático.
No existe fórmula ni genio que te pueda abatir.
Somos títeres que mueves a tu antojo, podremos engañarnos con ardides y mascaradas, mas tú no te arredras, ni ofendes, pues tienes bien clara tu misión.
Ay, quién fuese merecedor de tus favores. Sé escenario de mis sueños, espejo que no se hace añicos cuando me asomo, cómplice que sobornar para recuperar un tesoro perdido.
No te vayas antes de que mi función toque a su fin.
Permite mi marcha acompañada de música escrita sobre la piel.
Notas que al ser leídas emiten sonidos, palabras con fragancia a tierra, mar y sal.
No quiero entregarme a tus brazos sin antes calentar mis frías manos con el calor de su rostro.
Mi equipaje pesa, me va pesando.
Ayúdame, no a llevarlo, sino a que no me falten las fuerzas que ahora, aún, tengo.
Que no me abandonen, que no se apague el motor, camina a mi vera; a la par, juntos, tú y yo.
Sigamos, pues.
Todavía no es momento de entregar la maleta, faltan cosas por incluir, otras tantas por dejar atrás.
Toda mi fortuna eres tú: tiempo; mi desgracia, también.



jueves, 6 de diciembre de 2012

"sueño de invierno" ~ arthur rimbaud ~



En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules.
Seremos felices. Habrá un nido de besos
oculto en los rincones.
Cerrarán sus ojos para no ver los gestos
en las últimas sombras,
esos monstruos huidizos, multitudes oscuras
de demonios y lobos.
Y luego en tu mejilla sentirás un rasguño...
un beso muy pequeño como una araña suave
correrá por tu cuello...
Y me dirás: «¡búscala!», reclinando tu cara
-y tardaremos mucho en hallar esa araña,
por demás indiscreta.


Arthur Rimbaud